La humanidad se debate hoy entre la angustia y el miedo, en parte, porque ha perdido el Conocimiento de quién es el Ser Humano y qué hace en esta vida y en este mundo.
Un sistema de explotación implacable le impide expresar sus valores humanos y le aboca sin remedio a la confusión y a la infelicidad. El hombre y la mujer vagan cada día por senderos extraños a su naturaleza buscando sin parar la esencia de lo que son.
La Orden de la Rosa Blanca es heredera de la Vía Iniciática del Temple Eterno y de la realización de sus Valores.
La Orden está dedicada al estudio y experimentación del Conocimiento de la Tradición Templaria y cabalística sobre la Creación, el Universo, el Mundo y el Ser Humano en el centro de todo ello, como vía para la expansión de la Consciencia que permite al hombre y la mujer de hoy, comprender lo que realmente sucede y actuar sobre los acontecimientos que tienen lugar en a su alrededor.
Entre los objetivos que abarca la Misión de la Orden están la devolución del la idea de Dignidad del Ser humano como Individuo y de la Humanidad como Colectivo, el respeto por la Creación y la Naturaleza como modelo de perfección y armonía y el desarrollo de la Fraternidad entre todos los seres humanos del planeta sin distinción de ninguna de sus peculiaridades.
Y como valor principal, la Orden de la Rosa Blanca trabaja para despertar el Ser interior que languidece en lo más profundo de cada Ser humano, para que pueda recuperar la Visión de quién es verdaderamente y para devolverle la Esperanza en una vida nueva, libre ya de la opresión y del imperio de la oscuridad.
La Rosa Blanca es el símbolo de la máxima pureza y del espacio más luminoso al que tiene acceso el ser humano que habita en este mundo.
La Orden de la Rosa Blanca desarrolla su actividad, básicamente, en España y está radicada en Madrid.
NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINE TUO DA GLORIAM